Todo empezó el 19 de Agosto de 2018, en el toque de La Skandalosa en el N8. Hablando con un amigo, me entero que Ska-P iba a tocar en Febrero de este año en La Plata. Quería ir a sacar la entrada en ese momento, ya que las otras veces que vinieron me los perdí y después de la separación que habían tenido, no sabía si esta vuelta iban a querer tocar mucho o no.
Pero no podía sacar la entrada, tenía que esperar. El día era el 27 de Agosto, unos días después, que era cuando se habilitaba la venta online. Típico de mí, pensé en sacar las entradas casi todos los días antes de esa fecha, menos esa misma fecha. Porque para boludo siempre está uno. Mi amigo del N8 me dijo la mañana del 27 que recién la sacaba y me hizo acordar de que me había dormido. Inmediatamente me metí al sitio y pude sacar la entrada muy rápidamente, lo cual me hizo pensar que si bien son una banda tremenda, tal vez la repercusión que tienen no es (lamentablemente) la misma que tienen otros artistas.
A partir de ese día fue esperar a que llegue la entrada, una linda ansiedad. Hice que me la mandaran al laburo, porque allí paso la mayor parte del tiempo en que los correos llevan cosas. Acá se dio la primer anécdota: estando yo en la oficina, recibo un mensaje por skype de un amigo que está en una zona de la oficina pegada a la recepción. La recuerdo así, porque no tengo el chat a mano:
Walter Lo Forte (por que sí, lo vamos a escrachar): hola loco, cómo va?
Gabo: bien che, vos?
Walter: todo bien. Una pregunta, tu primer nombre es Leandro?
Gabo: si, por? (yo todavía no relacionaba todo esto con la entrada)
Walter: uh, me parece que me la eché
Gabo: qué paso?
Walter: vino un cartero con una entrada a nombre de Leandro Guzmán y como no conocemos ninguno le dijimos que se vaya.
Gabo: culiado!!! por qué no me llamaste? ya se fue?
Walter: nunca me imaginé que ese era tu nombre
Gabo: pero es mi apellido! hijo de puta!
Walter: jajajaj, no se me ocurrió, perdón. Si querés la voy a buscar al correo.
Gabo: jajaja, te voy a matar culiado, pero no pasa nada, seguro vuelven.
Y volvieron, pero justo el día que trabajé desde mi casa y como en este caso la entrega era sí o sí con DNI, tuve que ir al correo a buscarla. Como dije, sólo una anécdota, pero la ansiedad del momento hace que todo sea un poco más intenso.
En este momento estábamos en Septiembre, día 12. Nuevamente, un período de espera, hasta Febrero.
Al momento de planificar mis vacaciones tuve en cuenta que tenía que viajar, pero preferí irme a algún lugar a refrescarme y no estar en Buenos Aires, que por más que ofrece muchas cosas culturales y para pasear, también me ofrecía mucho calor y humedad. Así que antes de mis vacaciones y del recital, empecé a averiguar si alguien de Mendoza viajaba al recital, como para compartir algunos gastos. No encontré a nadie, así que me fui por la segunda opción, irme más días por mi cuenta y trabajar desde Buenos Aires. La empresa para la que trabajo tiene oficinas allá y por suerte permiten y fomentan que la gente viaje y comparta. Ya lo había hecho antes, así que era una buena oportunidad para pasear un poco, tomar unas cervezas con la gente de la city porteña y no perder días de vacaciones.
Así que allá fuimos. Los detalles del viaje y lo que hice no vienen al caso, aunque vale decir que siempre es lindo ir a Buenos Aires, a pesar de los contrastes y el caos general. Allá se siente la lucha social, se puede ver lo que siente la gente sobre lo que estamos viviendo, es todo mucho más crudo, en todos los sentidos y eso me parece bueno. Y está lleno de pañuelos verdes.
Durante los días que estuve allá me dediqué a averiguar la mejor manera de ir y volver a La Plata. Principalmente volver, ya que no conozco nada y por los horarios es algo importante a tener en cuenta. Afortunadamente, la gente de allá es muy atenta y recibí muchísima info sobre micros y formas de moverme hasta el Estadio único de La Plata. Después de esto, se me ocurrió buscar en Facebook, en el evento del recital, a ver si habían grupos que fueran para allá, en micro o traffic. Y por suerte encontré uno que terminó siendo genial.
Acá tengo que hacer un paréntesis para hablar sobre parte del título, lo que menciono de mis miedos. La semana previa al recital ya estaba entrando en calor, mentalizándome sobre lo que venía. Nobleza obliga, tengo que asumir que soy bastante cagón en varios aspectos y el hecho de estar solo allá, tener que ir solo al recital a 50 km de donde estaba, sin saber bien cómo ir y volver. o aún sabiendo en qué iba a ir y volver, con dudas, hacían que mis ganas no fueran las mejores. Y eso está mal, yo lo sé, siempre lo supe y creo que nunca es tarde para trabajarlo, para hacer algo bueno con eso.
Así que lo hice, me dije que siempre quise ir a ver a Ska-P y no tenía que ser algo para sufrir, sino todo lo contrario, algo hermoso. La previa al viaje a la plata ya estaba mejor, pero de camino al obelisco, para esperar al micro que nos llevaba, yo pensaba que tal vez la gente iba a estar muy manija, que iban a bardear de más y que yo no quería eso. Sí quería escabiar unas cervezas, pero nada más, yo quería ir a escucharlos y a bailar, pero no pasarme de rosca o tener un mal rato.
Lo equivocado que estaba. La gente con la que me encontré fue genial, había una manija muy linda, mucho escabio, mucho porro, pero también mucho respeto y de a poco me fui soltando, para descubrir que ir a un recital en Buenos Aires es hermoso y que lo que uno puede llegar a pensar (más allá de la incertidumbre de la situación), afecta mucho lo que hacemos.
Y a partir de ese momento fue todo cuesta abajo, pero bien, como un tobogán con cosas buenas, una tras otra. Como dije antes, yo estaba solo, pero la verdad que no fue así, la gente en todo momento te hace sentir una comunión muy linda. Además, uno de los pibes que subió al micro también iba solo, así que nos pusimos a hablar, pegamos onda e hicimos la movida juntos. El chabón es un capo, operador de radio, fana de river, del basket y muy rockero.
El viaje fue largo, no sé por qué demoramos 3 horas en hacer los 50 km que separan Buenos Aires de La Plata. Entre evitar la autopista, cargar nafta, el tráfico y otros etcétera, llegamos recién para ver a Kapanga a eso de las 18:30, cuando recién empezaba, así que nos perdimos la primer banda, Rivales.
¿Qué decir de Kapanga no? son la fiesta pura, siguen siendo los mismos de siempre, con toda la onda y no me canso de verlo, aunque hacía mucho que no los veía. Debo decir que Kapanga tendría que haber tocado antes de Ska-P, porque dejaron a la gente en el punto exacto para que llegue la frutilla del postre, con todo el baile y el pogo encima. Pero como después los chicos de Cadena Perpetua se encargaron de decir, Kapanga les permitió tocar antes de Ska-P, lo cual agradecieron.
Cadena Perpetua arrancó tipo 19:30. Son una banda que no he escuchado mucho, que tiene bastante agite, son muy prolijos, pero que no me generó mucho. Esto es algo totalmente personal, que seguramente puedo revertir (o no), escuchándolos un poco más. Cuando Cadena estaba terminando de tocar, sobrevino el diluvio universal.
Hay que aclarar que el recital era originalmente en el estadio único (techado), que estaba al lado nuestro, a unos 100 metros. Pero como al otro día jugaba Estudiantes, se decidió que el recital se hiciera en un playón lateral que tenía una capacidad importante, pero le faltaba algo que extrañamos mucho: un techo.
Al comienzo la lluvia fue un poco tímida, pero rápidamente escaló a un nivel muy amplio, llegando a mojarnos casi en un 143%, incluído todo lo que teníamos en los bolsillos, celulares, ropa interior, etc. Todo esto durante más de una hora. Ska-P estaba planificado que arrancara a las 21, pero empezaron pasadas las 22, cuando ya no llovía. Y no volvería a llover en toda la noche.
Todo lo que pasó desde que Ska-P salió fue hermoso, una fiesta, tema tras tema, reivindicación de los trabajadores, de los valores culturales, de los pueblos originarios, del mestizaje, de todo lo bueno que tenemos y hemos perdido o han robado en toda la historia. También se encargaron de hacer denuncia social, criticando a políticos, a Macri, a la iglesia, a los militares, a todo eso que no queremos. Encadenaron tema tras tema generando un vínculo con la gente muy alegre, muy genuino y donde cada persona que estaba ahi podía poguear, bailar, cantar, abrazarse y disfrutar como quisiera, porque el ambiente daba para eso, para disfrutar cada segundo.
No tengo mucho más que decir, sólo como cierre que me alegro haber ido, haber podido disfrutar eso, haber tenido el coraje de hacer todo solo, aunque en todo el camino me di cuenta que uno nunca está solo, que siempre hay gente dispuesta a ayudar o a compartir algún momento con uno.
Para terminar, pude recopilar la lista de temas que tocaron y armé una lista de spotify para reescucharlos una y otra vez:
Pero no podía sacar la entrada, tenía que esperar. El día era el 27 de Agosto, unos días después, que era cuando se habilitaba la venta online. Típico de mí, pensé en sacar las entradas casi todos los días antes de esa fecha, menos esa misma fecha. Porque para boludo siempre está uno. Mi amigo del N8 me dijo la mañana del 27 que recién la sacaba y me hizo acordar de que me había dormido. Inmediatamente me metí al sitio y pude sacar la entrada muy rápidamente, lo cual me hizo pensar que si bien son una banda tremenda, tal vez la repercusión que tienen no es (lamentablemente) la misma que tienen otros artistas.
A partir de ese día fue esperar a que llegue la entrada, una linda ansiedad. Hice que me la mandaran al laburo, porque allí paso la mayor parte del tiempo en que los correos llevan cosas. Acá se dio la primer anécdota: estando yo en la oficina, recibo un mensaje por skype de un amigo que está en una zona de la oficina pegada a la recepción. La recuerdo así, porque no tengo el chat a mano:
Walter Lo Forte (por que sí, lo vamos a escrachar): hola loco, cómo va?
Gabo: bien che, vos?
Walter: todo bien. Una pregunta, tu primer nombre es Leandro?
Gabo: si, por? (yo todavía no relacionaba todo esto con la entrada)
Walter: uh, me parece que me la eché
Gabo: qué paso?
Walter: vino un cartero con una entrada a nombre de Leandro Guzmán y como no conocemos ninguno le dijimos que se vaya.
Gabo: culiado!!! por qué no me llamaste? ya se fue?
Walter: nunca me imaginé que ese era tu nombre
Gabo: pero es mi apellido! hijo de puta!
Walter: jajajaj, no se me ocurrió, perdón. Si querés la voy a buscar al correo.
Gabo: jajaja, te voy a matar culiado, pero no pasa nada, seguro vuelven.
Y volvieron, pero justo el día que trabajé desde mi casa y como en este caso la entrega era sí o sí con DNI, tuve que ir al correo a buscarla. Como dije, sólo una anécdota, pero la ansiedad del momento hace que todo sea un poco más intenso.
En este momento estábamos en Septiembre, día 12. Nuevamente, un período de espera, hasta Febrero.
Al momento de planificar mis vacaciones tuve en cuenta que tenía que viajar, pero preferí irme a algún lugar a refrescarme y no estar en Buenos Aires, que por más que ofrece muchas cosas culturales y para pasear, también me ofrecía mucho calor y humedad. Así que antes de mis vacaciones y del recital, empecé a averiguar si alguien de Mendoza viajaba al recital, como para compartir algunos gastos. No encontré a nadie, así que me fui por la segunda opción, irme más días por mi cuenta y trabajar desde Buenos Aires. La empresa para la que trabajo tiene oficinas allá y por suerte permiten y fomentan que la gente viaje y comparta. Ya lo había hecho antes, así que era una buena oportunidad para pasear un poco, tomar unas cervezas con la gente de la city porteña y no perder días de vacaciones.
Así que allá fuimos. Los detalles del viaje y lo que hice no vienen al caso, aunque vale decir que siempre es lindo ir a Buenos Aires, a pesar de los contrastes y el caos general. Allá se siente la lucha social, se puede ver lo que siente la gente sobre lo que estamos viviendo, es todo mucho más crudo, en todos los sentidos y eso me parece bueno. Y está lleno de pañuelos verdes.
Durante los días que estuve allá me dediqué a averiguar la mejor manera de ir y volver a La Plata. Principalmente volver, ya que no conozco nada y por los horarios es algo importante a tener en cuenta. Afortunadamente, la gente de allá es muy atenta y recibí muchísima info sobre micros y formas de moverme hasta el Estadio único de La Plata. Después de esto, se me ocurrió buscar en Facebook, en el evento del recital, a ver si habían grupos que fueran para allá, en micro o traffic. Y por suerte encontré uno que terminó siendo genial.
Acá tengo que hacer un paréntesis para hablar sobre parte del título, lo que menciono de mis miedos. La semana previa al recital ya estaba entrando en calor, mentalizándome sobre lo que venía. Nobleza obliga, tengo que asumir que soy bastante cagón en varios aspectos y el hecho de estar solo allá, tener que ir solo al recital a 50 km de donde estaba, sin saber bien cómo ir y volver. o aún sabiendo en qué iba a ir y volver, con dudas, hacían que mis ganas no fueran las mejores. Y eso está mal, yo lo sé, siempre lo supe y creo que nunca es tarde para trabajarlo, para hacer algo bueno con eso.
Así que lo hice, me dije que siempre quise ir a ver a Ska-P y no tenía que ser algo para sufrir, sino todo lo contrario, algo hermoso. La previa al viaje a la plata ya estaba mejor, pero de camino al obelisco, para esperar al micro que nos llevaba, yo pensaba que tal vez la gente iba a estar muy manija, que iban a bardear de más y que yo no quería eso. Sí quería escabiar unas cervezas, pero nada más, yo quería ir a escucharlos y a bailar, pero no pasarme de rosca o tener un mal rato.
Lo equivocado que estaba. La gente con la que me encontré fue genial, había una manija muy linda, mucho escabio, mucho porro, pero también mucho respeto y de a poco me fui soltando, para descubrir que ir a un recital en Buenos Aires es hermoso y que lo que uno puede llegar a pensar (más allá de la incertidumbre de la situación), afecta mucho lo que hacemos.
Y a partir de ese momento fue todo cuesta abajo, pero bien, como un tobogán con cosas buenas, una tras otra. Como dije antes, yo estaba solo, pero la verdad que no fue así, la gente en todo momento te hace sentir una comunión muy linda. Además, uno de los pibes que subió al micro también iba solo, así que nos pusimos a hablar, pegamos onda e hicimos la movida juntos. El chabón es un capo, operador de radio, fana de river, del basket y muy rockero.
El viaje fue largo, no sé por qué demoramos 3 horas en hacer los 50 km que separan Buenos Aires de La Plata. Entre evitar la autopista, cargar nafta, el tráfico y otros etcétera, llegamos recién para ver a Kapanga a eso de las 18:30, cuando recién empezaba, así que nos perdimos la primer banda, Rivales.
¿Qué decir de Kapanga no? son la fiesta pura, siguen siendo los mismos de siempre, con toda la onda y no me canso de verlo, aunque hacía mucho que no los veía. Debo decir que Kapanga tendría que haber tocado antes de Ska-P, porque dejaron a la gente en el punto exacto para que llegue la frutilla del postre, con todo el baile y el pogo encima. Pero como después los chicos de Cadena Perpetua se encargaron de decir, Kapanga les permitió tocar antes de Ska-P, lo cual agradecieron.
Cadena Perpetua arrancó tipo 19:30. Son una banda que no he escuchado mucho, que tiene bastante agite, son muy prolijos, pero que no me generó mucho. Esto es algo totalmente personal, que seguramente puedo revertir (o no), escuchándolos un poco más. Cuando Cadena estaba terminando de tocar, sobrevino el diluvio universal.
Hay que aclarar que el recital era originalmente en el estadio único (techado), que estaba al lado nuestro, a unos 100 metros. Pero como al otro día jugaba Estudiantes, se decidió que el recital se hiciera en un playón lateral que tenía una capacidad importante, pero le faltaba algo que extrañamos mucho: un techo.
Al comienzo la lluvia fue un poco tímida, pero rápidamente escaló a un nivel muy amplio, llegando a mojarnos casi en un 143%, incluído todo lo que teníamos en los bolsillos, celulares, ropa interior, etc. Todo esto durante más de una hora. Ska-P estaba planificado que arrancara a las 21, pero empezaron pasadas las 22, cuando ya no llovía. Y no volvería a llover en toda la noche.
Fuente: http://www.tierraunder.com.ar |
No tengo mucho más que decir, sólo como cierre que me alegro haber ido, haber podido disfrutar eso, haber tenido el coraje de hacer todo solo, aunque en todo el camino me di cuenta que uno nunca está solo, que siempre hay gente dispuesta a ayudar o a compartir algún momento con uno.
Para terminar, pude recopilar la lista de temas que tocaron y armé una lista de spotify para reescucharlos una y otra vez:
- Poder pal pueblo
- Estampida
- Gato López
- Mestizaje
- Jaque al rey
- Solamente por pensar
- Victoria
- Vergüenza
- Cannabis
- Crimen sollicitationis
- Mis colegas
- Ska-Pa
- No lo volveré a hacer más
- El niño soldado
- Tío Sam
- El Olvidado
- Derecho de admisión
- Ni fu ni fa
- Colores
- Kasposos
- A la mierda
- Romero el Madero
- Cruz oro y sangre
- El vals del obrero
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